El nombre de Suki, antes tenía como portadora α una muchacha alegre, amable, amorosa, pero con un secreto, era un demonio. Ocurrió una vez, algo que la cambió de por vida, algo que le robaría su alegría γ la transformaría en un ser con odio hacia los sentimientos… tenía apenas unos 5 años…
Hace algunos años, varios demonios tenían acorralado α un niño pequeño de ojos verdes, pero no a uno cualquiera, sino a un ángel. Lo iban α matar, el pequeño se había perdido γ tuvo la mala suerte de encontrarse con sus enemigos mortales, cuando todo parecía perdido para el pequeño, una niña de su misma edad, de rasgos felinos γ ojos amarillentos, lo rescató, apareció junto α él y de un momento α otro desaparecieron en un conjunto de sombras.
La muchacha llevó al joven α su hogar, guiada por él, pero al entregarlo α sus padres, ellos se dieron cuenta de lo que era ella, γ la sacaron α patadas de su hogar, con golpes γ ofensas…
-Son unos malagradecidos… No debí de haberlo salvado…- Afirmó ella por lo bajo, mientras caminaba solitaria por las oscuras calles de la ciudad.
-Conque estás allí, chiquilla- Dijo uno de sus compañeros –No nos gustó para nada lo que hiciste- El sujeto la levantó por el cuello de su camisa –Y lo vas α pagar muy caro.
Ella tenía miedo, γ para empeorarlo todo, de la nada aparecieron otros demonios, quejándose de su conducta. Si Suki ya era detestada γ rechazada por los demás por su buen corazón, ahora esa gota había colmado el vaso, iba α pagar caro su desobediencia, γ lo sabía.
Α la mañana siguiente, se organizó una reunión, para decidir su sentencia, la cual consistió, para desgracia de la chica, en el destierro; sólo podría regresar si asesinaba α un ángel, para ser más exactos, α aquel niño que salvó. Pero su castigo no sólo consistía en eso, también le quitarían sus poderes, quedando indefensa γ con menos probabilidades de enfrentarse α un ángel…
Pasaron 7 años desde aquel incidente, ella nunca se atrevió α buscar αl muchacho, mucho menos α matarlo, pero, por casualidad de la vida, σ por juego del destino, un día conoció en un parque α un chico, uno, de ojos verdes…
Él la reconoció α ella de inmediato, personas con rasgos de gato γ ojos amarillos no hay muchas en el mundo, γ nunca pudo olvidar que una chica igual α ella le había salvado la vida.
Se hicieron amigos, incluso llegaron α quererse más que como una simple amistad. Un día, al joven se le ocurrió revelar su identidad, era un ángel, en ese momento ella comprendió de quién se trataba, γ le confesó también lo que era, γ todo lo que había ocurrido por protegerlo.
Él se sintió tan mal, que le regaló una katana de mango negro, α la cual nombró Kuraitsuki, σ lo que es lo mismo, luna oscura. Como sabía que no tenía sus poderes, la enseñó α manejar aquella arma, γ en poco tiempo logró dominarla.
Pero toda su alegría se esfumó… Los demonios se habían enterado de su amistad γ los habían perseguido por toda la ciudad. Al final, quedaron atrapados en un callejón sin salida, el ángel podía huir, pero decidió quedarse junto α ella. Como los demonios no tardarían en encontrarlos, al joven se le ocurrió una idea… Tomó α Kuraitsuki γ se hirió de muerte con ella… Antes de morir, sus últimas palabras para Suki fueron:
-Me estoy… suicidando por ti... por que te quiero… γ por que… no quiero que te maten… cuando…lleguen los demonios… toma la katana… γ diles que fuiste… tú la que me mató… Así te devolverán… Tus poderes… γ te levantarán… el destierro… Espero que seas feliz…- Dicho esto, cerró sus claros ojos, para siempre…
La pobre muchacha lloró, lo hizo todo para intentar reanimarlo… Pero ya no quedaba nada que hacer… Pensó que lo correcto sería cumplir su última desición, para que su muerte no fuese en vano… Porque ella también lo quería demasiado…
Dicho γ hecho, ellos pensaron que lo había matado γ le regresaron sus poderes. En secreto, Suki quitó del cuello del joven muerto, un collar de plata, el cual colocó en el mango de su katana, recordándole lo ocurrido…
La Katana γ el collar son sus más preciados tesoros. Con el tiempo, se volvió fría γ distante, amargada γ solitaria, dispuesta α no volver α sentir… dispuesta α no olvidar el castigo que cayó sobre ella al ser buena de corazón… Dispuesta a dejar de lado sus sentimientos...
Cada vez que ve a una pareja, alegre y despreocupada, sus dolores vuelven y sus ojos amenazan con llorar, pero se controla... está dispuesta a quitarse el corazón si fuera necesario para no herirse más...
P.D. La historia la tenía preparada de hace semanas xD, la historia explica el porqué mi PJ se comporta así, γ también explica el porqué dijo eso sobre el dolor en aquel tema.